Ver este mismo video en YouTube

Cubainformación TV – Basado en un texto de David Rodríguez Fernández.- Contra 187, solo dos países votan, cada año, en Naciones Unidas, en favor del bloqueo económico que hace la vida imposible a la población cubana: EEUU e Israel. Los mismos ejecutores del exterminio de la población palestina en Gaza.Cuba y Palestina son dos pequeños pueblos bloqueados y agredidos por dos grandes enemigos de la Paz, que utilizan el hambre como instrumento de guerra contra la población civil indefensa.

Cuba sufre un bloqueo económico de más de 60 años, agravado por más de 200 medidas punitivas recientes. La Franja de Gaza no solo sufre, desde hace 17 años, el bloqueo a la entrada de suministros básicos, sino también una guerra de bombardeos sistemáticos sobre barrios de viviendas, hospitales o infraestructura.

Cuba ha formado -y sigue formando-, de manera gratuita, a cientos de profesionales médicos de Palestina. Muchas de estas personas, hoy, resisten o mueren bajo las bombas sionistas, con la complicidad de la clase política y los medios de Europa.

El lobby sionista condiciona la política interna de EEUU, del mismo modo que lo hace la mafia cubanoamericana de Miami. Y, en este genocidio planificado, Washington actúa como el hermano mayor y protector de Tel Aviv en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Por eso, hoy, la disyuntiva ética es así de simple y básica: solidaridad o exterminio. O estás con Cuba y Palestina, o estás con EEUU e Israel.

Ver este mismo video en YouTube

Cubainformación TV – Basado en un texto de José Ramón Cabañas / Cubadebate.- En enero del 2017, en la despedida de la presidencia de Barack Obama, EEUU y Cuba firmaron un acuerdo migratorio.

Su puesta en práctica, por parte de Washington, redujo casi a cero, en el siguiente año, la llamada “emigración ilegal”.

En Cuba se respiraba esperanza. La Casa Blanca autorizó vuelos, cruceros e intercambios, que generaron prosperidad en ciertos sectores de la Isla. Y cumplió el número pactado de visas hacia EEUU.

Pero Trump cambió dramáticamente el panorama. Durante años, mantuvo casi en cero la entrega de visas e impidió el envío de remesas a la Isla.

Prohibió de nuevo vuelos, intercambios y cruceros. E impuso todo tipo de medidas de asfixia que, en el pico de la pandemia, llevaron al pueblo cubano a un límite existencial.

La protesta social de julio de 2021 provocó una fiesta en la Comunidad de Inteligencia de EEUU. ¿Estaría llegando el fin de la Revolución cubana?

La crisis económica grave continúa en Cuba tres años después. Pero no ha provocado un cambio político, sino un movimiento migratorio de gran envergadura hacia EEUU, cifrado en medio millón de personas.

Una vez más, el problema (y la pelota) está en el tejado de la Casa Blanca. El presidente de México planteó la solución, de una manera muy clara, a su homólogo estadounidense.

¿Quieren Vds. que la emigración cubana se reduzca drásticamente, como consiguió Obama? Retiren sanciones, comiencen a levantar el bloqueo. Actúen con valentía.

 3. Guerra de EEUU contra las mipymes cubanas (+Italiano/Français)

Ver este mismo video en YouTube

Cubainformación TV – Basado en un texto de Arthur González / Heraldo Cubano.- En febrero visitaba Cuba Kerri Hannan, Subsecretaria adjunta del Departamento de Estado de EEUU.

Leemos que “se reunió con la sociedad civil (cubana) e hizo énfasis en el apoyo de EEUU a los derechos humanos”.

Cinismo es la palabra más fina que nos viene a la mente cuando contemplamos el exterminio a cielo abierto del pueblo palestino, gracias a las bombas de EEUU y a la protección que brinda, en Naciones Unidas, a Israel.

Pero el descaro es aún mayor cuando nos aseguran que Hannan se reunió “con empresarios cubanos independientes” para “demostrar el apoyo continuo de EEUU al pueblo cubano y al sector privado cubano“.

¿Apoyo al sector privado? No solo el Gobierno de Biden no ha revertido la prohibición impuesta por Trump a cruceros y ciertos viajes desde EEUU, que hizo quebrar a cientos de negocios familiares en La Habana.

Además, sigue sin levantar el bloqueo financiero al sector privado cubano, cediendo a las amenazas de congresistas de la mafia de Miami.

Que, en sus medios digitales de propaganda, extienden la narrativa de que las mipymes son un “truco del castrismo para burlar el embargo”.

Para ello, presentan el ejemplo insignificante de tres o cuatro emprendimientos abiertos por familiares de dirigentes, de un total de 11.000 mipymes y 600 mil personas que trabajan por cuenta propia en la Isla.

Exigían un sector privado en Cuba. Ahora que existe, necesitan asfixiarlo.

Cubainformación TV – Basado en un texto de Arthur González / Heraldo Cubano.- La mafia cubanoamericana de Miami no solo impone la censura y el veto a todo artista que no repita su catecismo contra Cuba.

Llega incluso a doblegar a empresas como Netflix, que ha debido llegar a un acuerdo (de contenido no revelado) con José Basulto, conocido “anticastrista” que, descontento con la película La Red Avispa, presentó una demanda judicial.

Basulto no consiguió impedir la emisión del film, en el que se le presenta como un terrorista, ni eliminar de los créditos la frase de que “la historia está basada en hechos reales”.

Documentos desclasificados indican que, en 1960, Basulto fue reclutado por la CIA y entrenado para apoyar la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos.

Derrotada esta, huyó a la Base Naval de Guantánamo. En Miami, se integró al llamado “Ejército de Liberación Anticomunista” y participó en varios ametrallamientos, desde lanchas, contra hoteles y teatros de La Habana.

En 1983 entró en otra organización paramilitar, la Junta Revolucionaria Cubana y, desde Honduras, apoyó a la Contra nicaragüense.

En 1991 fundó Hermanos al Rescate, organización en la que se infiltró el aviador y agente cubano René González, protagonista del film La Red Avispa y que ha denunciado, entre otras cosas, sus vínculos con el narcotráfico.

Basulto intentó censurar una película que lo presenta como lo que es: un terrorista. A menos que no sea terrorista su probado y reconocido prontuario paramilitar.

Presentación: Lázaro Oramas. Redacción: José Manzaneda. Gráfica: Esther Jávega.